domingo, 22 de enero de 2023

Volviendo al pueblo cada verano.

Cada verano, en la casa de sus abuelos hay un niño pequeño, siempre lleno de energía y bronceado por el sol que quema su piel en las incontables tardes y mañanas en las que juega con sus amigos alrededor del pueblo. Este niño crece con cada año. Y en este último año, su pelo parece haber crecido un poco de más. Largo, ahora se lo recoge con una coleta. Su sonrisa es la misma, el niño es el mismo, pero mis sentimientos hacia él son diferentes.

“Unas vacaciones con un bronceado niño con una coleta.” Es un bonito manga de Bimita, como muchos mangas de estos últimos años un manga que empezó su publicación de manera pública en alguna página social de internet, pero con el tiempo y la popularidad pasó a ser serializado en alguna revista y publicado en papel de libro.

Es un manga bonito, corto y meloso. Una historia simple, de las usualidades del verano. Seguimos al protagonista y al precioso shota de larga coleta y piel bronceada por sus días a días veraniegos, de manera en ocasiones continuas entre capítulos. Vemos como aguantan el calor, van a jugar al río con amigos, o hacen las varias tareas de la casa. 

Conforme el verano va pasando, el calor se acentúa y con ellos los deseos. Puede que esos atisbos de cuando en cuando a los pezones del chico, que nunca me dejarán de sorprender, y por supuesto su preciosa larga coleta sean los culpables. Aunque esté pegajoso y sudoroso por el calor quiero abrazarlo, y mis ojos también se van a sus labios. De esta conexión, algo de conflicto nace.

Pero es mono, así que está bien.

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