martes, 23 de marzo de 2021

El gato y Alicia.

El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. Parecía tener buen carácter, pero también tenía unas uñas muy largas Y muchísimos dientes, de modo que sería mejor tratarlo con respeto.

"Minino de Cheshire" Empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este nombre. Pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba. "Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?"

"Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar." dijo el Gato.

"No me importa mucho el sitio..." dijo Alicia.

"Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes." dijo el Gato.

"... siempre que llegue a alguna parte" añadió Alicia como explicación.

"¡Oh, siempre llegarás a alguna parte" dijo el Gato, "si caminas lo suficiente!"

A Alicia le pareció que esto echo no podía ser negado, y decidió hacer otra pregunta:

"¿Qué clase de gente vive por aquí?"

"En esta dirección." dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha "vive un Sombrerero. Y en esta dirección" -e hizo un gesto con la otra pata- "vive una Liebre de Marzo." 

"Visita al que quieras: los dos están locos."

"Pero es que a mí no me gusta estar entre gente loca." protestó Alicia.

"Oh, eso no lo puedes evitar." repuso el Gato. "Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca. El que está leyendo esto está loco."

"¿Cómo sabes que yo estoy loca?" preguntó Alicia.

"Tienes que estarlo." afirmó el Gato—, "O no habrías venido aquí."



Puede haber gatos sin sonrisas, pero no sonrisas sin gatos.

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